21 de diciembre

viernes, 21 de diciembre de 2012 0 comentarios

Ha llegado la fátidica fecha vaticinada como "el fin del mundo" y aquí estamos, trabajando tan normalmente como cualquier ser humano. Conforme va pasando el tiempo siento que me voy volviendo un poco menos crédula de todo aquéllo que rumoran, así pues ya no creo en "que se sube el muerto", científicamente hablando sólo es una parálisis del sueño, he dejado de creer en cientos de "santos", sin embargo me considero católica y sigo profesando mi fe, si bien no soy practicante y solamente me limito a rezar en casa y directamente con el patrón, sí en un poder superior, sí creo, pero hay tantas cosas que conforme uno va adquiriendo madurez y aprendizaje se van volvieron "mitos", y es que los seres humanos necesitamos sabernos conformados con que hay más cosas de las que vemos o de las que intuimos, necesitamos saber que no estamos solos y que hay "algo más", "más allá de todo raciocionio".
Estamos a dos días de la Navidad y mi espíritu navideño sigue extraviado, esto lo siento desde hace años, no me hace ilusión como antaño cuando en casa de mi madre festejabamos, eso, eso ha dejado de tener color desde que ella se fue; sin embargo, me hace ilusión ver la carita feliz de mis nietos abriendo sus regalos de navidad, me ilusiona ver a mi hermana y compartir con mi sobrina la cena de navidad, me gusta tener a todos mis hijos cerca de mi, saber que me quieren y que soy importante para ellos, en eso se concentra "mi navidad", en sentirlos y tenerlos. Los focos de colores, las esferas, el árbol y los adornos en casa dejan de tener importancia ante la presencia de las personas que amo. No obstante siempre me pregunto ¿en que parte del camino de la vida, perdí mi espíritu de navidad?, ¿sería cuando faltó mi madre?, ¿cuando me separé del padre de mis hijos?,  ¿cuándo deje de ser adolescente?, no sé, la verdad no sé cuando se perdió...
Ayer se cumplieron nueve años de mi separación... si alguien me preguntara si duele, sí todavía un poco respondería... aun puedo recordar no sin nostalgia los momentos buenos, porque los momentos no tan buenos he preferido relegarlos al cajón de los recuerdos, aun así, con el corazón destrozado he vivido mucho tiempo, creo que esa herida nunca sanará.
Así que a dos días de navidad, a quienes me leen quiero desearles la mejor fiesta que puedan tener, que se sientan rodeados de amor, de paz, de sabiduría, que el tiempo les perdone las arrugas, la incipiente calvicie, el mal humor, que el año que está por venir les traiga amor, salud, dinero, amigos, y toda clase de bendiciones que llenen su hogar...


0 comentarios:

Publicar un comentario

 

©Copyright 2011 xlv | TNB