Dios existe

sábado, 23 de febrero de 2013 0 comentarios



Y hablando de oportuno o de oportunidad...
Sin duda alguna Dios nuestro señor, nos da muestras de su presencia en nuestras vidas.
Y hoy lo pude constatar nuevamente.
Al rededor de las once de la mañana Luis Adrián mi hijo menor me aviso que se sentía mal, me comentó que se había golpeado en la nariz y que le dolía y la tenía inflamada y que pasaría al servicio médico para una revisión,la verdad le tomé poca importancia pues en mis adentros pensé que era sólo un pretexto para no ir a trabajar, ya que anoche tuvo tocada con su banda de rock y seguramente estaba desvelado. 
Como estaba en clases, me concentré nuevamente y casi al terminar me habla mi hijo y me comenta que había ido al seguro social y como no tenían el servicio ni los instrumentos necesarios tenía que trasladarse a otra clínica para que le hicieran la curación.
Me ofrecí a acompañarlo pero me dijo que no era necesario, que era cosa rápida y que no me preocupara, sin embargo, el pensar que tenía que trasladarse a la clínica de ortopedía ya me inquietó.
Por otra parte había quedado con mi hijo mayor de hacerle un pequeño pastelito a mi nieto que cumplió dos años ayer para celebrar y tenía la urgencia de llegar a la casa para arreglarla, puesto que había invitado a mi hermana, a mi sobrinos y a mi hija para partir el pastel, así que no podía dividirme.
Por un lado tenía el compromiso de llegar a la casa y por otro tenía la preocupación de acompañar a Adrián al doctor.
Dios es tan grande que camino a la casa a la mitad del trayecto alcance a verlo caminar entre cientos de personas que estaban afuera de uno de los hospitales que están por la colonia Lindavista,  sin embargo lo reconocí y les dije a mi hermana y a mi hija -Ahí va Adrián-, en ese momento todo se conjugó para que Cynthia parara el automóvil de inmediato y mi hermana pudiera bajarse para correr literamente para alcanzarlo.
Finalmente pude acompañarlo al hospital, le hicieron una alineación en la nariz pues tiene una fractura triple y sólo fue con la intención de dejarla funcional, tal vez haya que hacerle una cirugía estética más adelante, pero después de la curación, salió con tremendo yeso en el tabique de la nariz y una parche que le sostiene las gasas que le pusieron por dentro, por lo tanto no puede respirar y tiene que hacerlo por la boca, caminar es agitado para él. 
Finalmente, pude acompañarlo, mi hija me ayudó prestando su casa para el pastel y pude llegar tarde a mi compromiso pero llegué.
Dios no cabe duda es grande, hoy me he sentido nuevamente bendecida por él...

  

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