Don Chemo

jueves, 25 de septiembre de 2008 0 comentarios
Un viejo camionero ya se iba a retirar, pero su patrón por la confianza que le tenía le pidió de favor que hiciera un último viaje: "Mire Don Chemo, necesito que lleve esta pipa cargada de combustible a la ciudad de Xalapa".
Don Chemo por agradecimiento no tuvo más opción que aceptar y se fue manejando la Pipa, al llegar a las curvas de la sierra de Perote, notó que la unidad no frenaba bien, quiso detenerse y ya no pudo, en una curva quiso frenar con motor y éste no respondió, tanta era la velocidad que por inercia había agarrado la pipa que trató de virar el volante y lo arrancó, los pedales se hundían y la pipa terminó por salirse del camino, yéndose en pendiente por unos matorrales, aproximándose a un acantilado.
El asustado Don Chemo quiso salirse, pero el cinturón de seguridad se había atorado, forcejando por fin pudo sacarlo, tratando de abrir la puerta que ya estaba retorcida por los golpes, se fracturó un brazo y justo antes de que la pipa se fuera al voladero, Don Chemo saltó con tan buena suerte que quedó colgando con la mano que le quedaba sana, de una ramita toda delgadita.
Pasó mucho tiempo antes de rescatarlo y cuando por fin lo estaban atendiendo, el paramédico le dijo: "gracias a Dios que está usted vivo".
A lo que don Chemo contestó: "gracias a la ramita, porque de Dios, claramente vi sus intenciones”.


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