Saliendo de la escuela el sábado pasado doce de enero al ir circulando por Marina Nacional, pasando Cuitlahuac, el carro en el que venía fue impactado en la parte trasera por un platina que a su vez fue impactado por un taxi, cuando pasó el susto nos bajamos para ver los daños del automóvil, yo me sentía como una gelatina a punto de derretirme, fue una tarde larga y tediosa, en la que por momentos sentía que perdía los estribos por la falta de seriedad de las personas que estaban involucradas en el accidente que afortunadamente no pasó a mayores, sólo fueron golpes en los automóviles sin consecuencias para nadie, pero la llegada de la patrulla fue lo peor, ya casi nos ibamos cuando los patrulleros llegaron sin dejar que nos fueramos aun cuando mi hija que es la que venía manejando ya se había arreglado con el taxista, así que terminamos a las ocho de la noche en el juzgado cívico para que se arreglaran los otros dos conductores. La historia es larga y tediosa, pero definitivamente algo importante es tener Seguro para el automóvil y la Licencia de conducir vigente, puesto que ese era el problema principal del taxista, aun cuando tenía seguro su licencia estaba vencida por lo que no le hicieron válido el seguro.
Mi hija terminó recuperando su automóvil al siguiente día, después de una y mil gestiones, aun cuando se desistió de toda acción, sin embargo los trámites son largos y tediosos, por eso nosotros simples mortales dejamos para el último cualquier acción con el gobierno local.
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